Esta decisión nace de una visión que combina eficiencia con responsabilidad. Buscamos optimizar recursos, garantizar la continuidad operativa y, al mismo tiempo, reducir nuestra huella ambiental con acciones reales y medibles. El hecho de que durante el día el 100% de nuestra energía provenga de una fuente limpia reafirma nuestro compromiso con un modelo de producción más coherente y respetuoso con el entorno. 

Durante los últimos meses, distintas áreas de la compañía trabajaron de la mano para hacer esto realidad. Desde la planeación hasta la implementación, cada paso fue asumido con responsabilidad, precisión y, sobre todo, con el orgullo de saber que estamos haciendo las cosas bien. Lo que antes parecía un reto técnico, hoy es una realidad que nos llena de sentido.

Más allá de los beneficios operativos, esta conexión representa algo mucho más profundo. Es un reflejo de la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Hablar de sostenibilidad implica actuar, y eso es justamente lo que hemos hecho. Hoy operamos con una fuente de energía limpia, y lo hacemos convencidos de que este tipo de decisiones son las que marcan la diferencia.